Senda del Río Peñafrancia

Información:

Gijón (Concejo de Gijón)

Amplias zonas de aparcamiento en calles aledañas y en el estadio de El Molinón
Recorrido total es de 6,4 km
Duración aproximada de 2h y 30 min
Dificultad: Baja

 

 Descripción:

 

 

Esta senda se puede denominar como de carácter urbano-rural, ya que su recorrido discurre íntegramente en el concejo de Gijón dando comienzo en la llamada rotonda del barrio de La Guía, muy próxima al estadio municipal de la ciudad.

Bajamos la pequeña rampa de acceso a la senda y comenzamos a caminar por ella dejando a nuestra derecha el hipódromo de Las Mestas y pocos metros más adelante el Club Hípico Las Mestas con su moderno caballo de Troya, siempre con el río Piles como acompañante.

Pasamos bajo la rotonda de Justo del Castillo donde podremos admirar una enorme escultura coloquialmente conocida por los gijoneses como "La Espiga"

 

 

 

 

Entramos en la zona universitaria de la ciudad y lo hacemos caminando junto al edificio de la escuela politécnica de ingenieros y sin dejar la orilla del río, ya aquí, el Peñafrancia. Haremos lo propio con los otros edificios del campus, siempre por un camino perfectamente conservado y señalizado.

 

Pronto esta pequeña senda nos permite ver que en la ciudad más populosa de Asturias aún hay hueco para las construcciones tradicionales como el hórreo.

Pasamos junto al campo de golf municipal de El Tragamón desde donde podremos ver la silueta de la torre de la Laboral, Ciudad de la Cultura, mientras algunos jugadores practican su swing con mejor o peor resultado.



 

Durante un tramo de esta senda, el que discurre a la espalda del Jardín Botánico Atlántico de Gijón, compartiremos nuestro paso con la circulación de vehículos, aunque lo haremos por un arcén señalizado y delimitado.

 

Volvemos a caminar junto al río Peñafrancia que aunque no se caracteriza por su abundante caudal no dejará de ofrecernos bonitas imagenes a lo largo todo su recorrido.

 

Una puerta abierta nos deja claro que estamos recorriendo una senda rural, donde aún la vida no ha cambiado tanto pese a vivir tan próximo a la gran urbe.

 

El Peñafrancia continúa su curso sin descanso, a sabiendas que su "vida" no tardará en tocar a su fin en el bravo Cantábrico...

 

 

Tomamos la senda paralela a la carretera y pronto nos encontraremos con la bella entrada al "Palacio de Deva".



Nos cruzaremos con un gran número de personas a lo largo de sus seis kilómetros de recorrido.

 

 

 

Los viejos robles nos marcan el camino que en este punto, poco queda de esta interesante ruta por las parroquias de Gijón.

 

 

Llegamos a la Iglesia de San Salvador de Deva que dispone de un pequeño aparcamiento y su cuidada fachada nos recuerda el famoso prerromántico asturiano, pese a que su construcción original data del siglo XI y la que vemos hoy día es una reconstrucción posterior a la guerra civil.

 

 

 

 Por fin llegamos al punto final de esta senda, y lo hace en el Lavadero y el Puente de Deva.

Esta pequeña explanada que nos ofrece el lavadero y su fuente nos permitirá descansar un rato antes

de volver a la ciudad y abandonar la bonita Parroquia de Deva.

Llega el momento de regresar, para ello tenemos varias opciones podemos volver por el mismo camino que hemos hecho u optar por coger alguna línea de bus que encontraremos a pocos metros después de cruzar el puente. Pero si no tenemos prisa por regresar a la ciudad podemos recuperar fuerzas en algún merendero a base de alguna sidra que otra para después tomar alguno de los innumerables caminos que discurren por la zona, pues como dice el refranero "todos los caminos llevan a Roma o en nuestro caso a Gijón"

 

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